Sin lugar a dudas, el sándwich más famoso del mundo del siglo pasado y el actual es la hamburguesa, una modificación del primer sándwich de John Montagu, conde de Sándwich. Este primer bocadillo integraba únicamente carne, por lo que con el paso del tiempo se le añadieron los ingredientes que formaron la primera hamburguesa.
Al ya clásico sándwich de jamón y queso, ya sea en sus dos versiones de frío o caliente, se le añadieron ingredientes picantes o ácidos, como verduras al escabeche, cebolla o los nunca mal ponderados pickles, o pepinillos. En la actualidad, este ingrediente es común en hamburguesas y sándwiches de todo el mundo.
Una receta completamente americana. Dos rebanadas de pan francés con tres o cuatro albóndigas y salsa de albóndigas. Se volvió bastante popular en las presentaciones deportivas y suele venderse con cerveza o papas fritas.
En ocasiones, se le adicionan especias para enriquecer su sabor. Orégano, ají, pimienta y otras suelen ser las más comunes, pero siempre depende del país en que se sirva. Un solo consejo: puede manchar bastante, por lo que debe comerse con cuidado.