La historia nos cuenta que el primer sándwich fue un pedazo de carne envuelto en dos rebanadas de pan. A partir de este, y aunque esta receta se mantuvo por largo tiempo, fueron adicionándose diferentes ingredientes, dependiendo de la región, los gustos personales y la creatividad gastronómica.
Entre los ingredientes más populares están la lechuga, el tomate y el queso, los que pavimentaron el camino hacia uno de los sándwiches más famosos: la hamburguesa. Pues sí, la hamburguesa es un tipo de sándwich y una de las comidas rápidas más vendidas del mundo.
Fue una de las primeras recetas de sándwich. Ya era muy consumido a mediados del siglo XIX. Desde entonces, ya solía servirse frío o caliente en diferentes locales y restaurantes de la Inglaterra victoriana. Claro, el tipo de queso cambiaba, pero siempre se buscaba uno que se derritiese fácilmente.
Como los embutidos y cecinas eran de las comidas más populares en los comedores europeos del siglo XIX, se sumaron rápidamente a la receta de nuevos sándwiches. Se le añadieron patés, jamones, salchichones y toda clase embutidos.